No podemos olvidarnos de los más vulnerables de la casa a la hora del bienestar. Poco a poco vamos ampliando el rango de edad de nuestros pacientes.
Con ellos trabajamos problemas cotidianos, como son esos catarros, que a su edad pueden derivar en problemas mayores como bronquiolitis y otros problemas respiratorios. En este caso, no sólo pretendemos que expulsen esos mocos que no les dejan comer o dormir, sino que ayudamos a que los padres sean capaces de realizar estas técnicas de limpieza nasal de la forma más eficaz posible para que nuestros servicios sean lo menos necesarios posibles en el futuro.
Trabajamos también en cólicos del lactante, ayudandándoles a expulsar los gases que hacen que pasemos esas malas noches (tanto padres como bebés), y al igual que en el caso anterior, enseñamos a los padres a calmarles en esos momentos que tanto estrés nos provocan.
En caso de que los bebés tengan un problema de por ejemplo tortícolis congénita, o bien necesiten cualquier otro tratamiento por algún problema físico que pueda incomodarles, también os recomendamos que consultéis con vuestro fisioterapeuta de referencia.