La osteopatía en España está reconocida como una práctica dentro del campo de la fisioterapia. Para nosotros es una herramienta más para poder desarrollar nuestro trabajo de la forma más completa posible.
Consiste en el tratamiento de las disfunciones de hipermovilidad o hipomovilidad que podamos encontrar en las articulaciones del cuerpo, sistema muscular, nervioso, vísceras o cráneo. Trata de recuperar el equilibrio corporal, para reactivar los procesos de autocuración por medio de diferentes técnicas de tratamiento.
La osteopatía se basa en la creencia de que el cuerpo es un ente holístico, trabajando todos sus sistemas de forma conjunta, por lo que la disfunción en uno de ellos podrá afectar al resto. Por este motivo, procuramos recuperar el equilibrio mecánico de los tejidos corporales musculoesqueléticos, circulatorios, nerviosos… mediante técnicas manuales, dirigidas al tejido patológico o disfuncional.
Comúnmente se conoce la osteopatía (o más bien al osteópata) como ese terapeuta que nos cruje todas las articulaciones porque están descolocadas. Pero la realidad es bien distinta: no se trata de “crujir” las articulaciones sin tener en cuenta nada más, ni de repetir estas técnicas en cada sesión de tratamiento; podemos “recolocar” las vértebras o cualquier articulación que lo necesite durante la sesión de tratamiento, pero acompañamos esto de tratamiento de la musculatura, ya sea con masaje o con técnicas activas por parte del paciente para normalizar también el tono del tejido blando. Pero lo más importante es realizar un diagnóstico lo más concreto posible, porque el problema real no es que una vértebra se nos haya descolocado, sino descubrir el motivo por el cual esto ha podido suceder, evitando así que vuelva a pasar, y trabajando el cuerpo para que “todo consiga estar y mantenerse en su sitio”.