Síndrome del piramidal o falsa ciática
El piramidal es un músculo que se encuentra en la región de la pelvis. Va desde el sacro al trocánter mayor.
Su función es la separación de la pierna y la rotación externa con la cadera en extensión, pero se convierte en rotador interno con la cadera en flexión de 90º.
Es uno de los estabilizadores de cadera más importantes.
El nervio ciático pasa por debajo del piramidal, incluso en algunos casos, pasa entre las fibras del músculo. Lo que hace qu
e el piramidal pueda comprimir el nervio cuando se contractura, provocando lo que se conoce como el
síndrome del piramidal.
Es habitual confundir el síndrome del piramidal con una ciática o un problema lumbar, (por ello también se le conoce como “falsa ciática”). Por lo que es muy importante realizar un buen diagnóstico diferencial para conocer la causa exacta de la sintomatología que presenta el paciente.
¿Cuál es la sintomatología?
- Dolor o molestias en la región glútea.
- El dolor aumenta al estar sentado.
- Sensación de adormecimiento/acorchamiento de la zona glútea y/o parte posterior del muslo (que no llega, generalmente, a sobrepasar la rodilla).
- Suele ser un dolor unilateral.
- Dificultad para sentarse o permanecer sentado.
¿Qué puede provocar esta patología?
- Mala técnica deportiva.
- Permanecer sentado largos periodos de tiempo.
- Sobreentrenamiento, exceso de práctica deportiva
- Embarazo, por cambios en la morfología del cuerpo.
Suele ser habitual encontrar esta patología en:
- Corredores
- Conductores
- Personas que llevan la cartera en el bolsillo trasero del pantalón.
- Trabajadores que pasan mucho tiempo sentados.
¿Qué podemos hacer para evitarla o mejorarla?
Lo más importante en este caso es mantener una buena higiene postural mientras permanecemos sentados, añadiendo el levantarnos de vez en cuando para no sobrecargar estructuras del cuerpo que se encuentran en tensión en esta postura.
Realizar un buen entrenamiento, evitando descompensaciones de la musculatura, sobre todo en piernas y zona de la cadera.
Cuando vayamos a aumentar la carga de entrenamiento, lo haremos guiados por un profesional o bien subiendo poco a poco la intensidad o tiempos, para evitar lesiones por sobrecarga.
Realizar una rutina de estiramientos o movilización, adaptada a nuestra actividad tanto deportiva como profesional.
Acudir a nuestro fisioterapeuta de confianza cuando sintamos cualquier molestia en el cuerpo, para evitar que se agrave o se realicen compensaciones que posteriormente incrementarán la sintomatología.