Como cada año, el mes de octubre se tiñe de rosa para concienciar y visibilizar el cáncer de mama. La prevención es la primera y mejor forma de tratamiento. Y para ello, es recomendable explorarse los pechos, las axilas y el cuello una vez al mes.
Fija una fecha en tu calendario para asegurarte que estás en el mismo momento de tu ciclo hormonal y así poder comparar de una vez para otra.

¿Cómo hacerlo?

Divide la mama en 4 cuadrantes, haz movimientos circulares en espiral con la punta de tus dedos en el sentido de las agujas del reloj, de arriba a abajo y de adentro hacia afuera.

• POSTURA: Coloca la mano del lado a valorar en tu nuca en una posición cómoda de mantener.
• Con la mano contraria explórate:
  • De la axila al pezón
  • Del cuello al pezón
  • Del pezón hacia fuera y abajo
  • Del pezón hacia dentro y abajo

Hazlo tanto de pie como recostada, siempre de la misma forma y buscando una postura cómoda. Palpa tanto superficial como profundamente.

¿Qué puedo encontrar?

Presta atención a los bultos bajo la piel o puntos especialmente dolorosos. Si esto ocurre, no te alarmes, controla su evolución y consulta con tu ginecólogo por  cualquier cambio en la textura y/o tamaño de los bultos.

Es normal encontrar bultos en las mamas, están rellenas de tejido graso que se dispone en “bolita”, lo realmente importante es vigilar los cambios.

¿Qué signos deberían alertarte?

• Bultos nuevos o con cambios.
• Desgaste y/o hueco en la piel
• Quemazón o enrojecimiento.
• Fluidos desconocidos.
• Dolor.
• “Piel de naranja”.
• Asimetría.
• Hundimiento del pezón.
• Erupciones en la piel.
• Endurecimiento.